viernes, 22 de febrero de 2013

Eneagrama: Una estrella de 9 puntas.


Ana Beatríz Aventin

Si reflexionáramos un momento podríamos comprender  que en todas las culturas los seres humanos persiguen un mismo anhelo en  sus corazones, y es saber quiénes somos y para qué estamos aquí, el conocimiento de de los demás, de la vida y de la fuente creadora, pero pocas cosas en nuestra sociedad nos animan a buscar respuestas a estas importantes preguntas. Se nos ha enseñado que la calidad de nuestra vida mejorará principalmente si mejora nuestra fortuna externa (casa, auto, dinero, fama, éxito, etc)  aunque tarde o temprano comprendemos que las cosas externas, si bien valiosas, no sirven para tratar la inquietud profunda de nuestra alma.
Así pues, ¿dónde buscar estas respuestas?
Muchos de los libros actuales sobre transformación personal hablan de manera conmovedora sobre el tipo de persona que todos desearíamos ser. Reconocen la importancia fundamental de la autoestima, la comprensión de sí mismo y de los demás, la compasión, la comunidad, la comunicación y la creatividad; pero por hermosas y atractivas que sean estas cualidades, nos resulta extraordinariamente difícil mantenerlas o ponerlas en práctica en nuestra vida cotidiana.  La mayoría de los libros de autoayuda no están  equivocados, nos hacen grandes aportes pero son incompletos.
Por lo general, las recomendaciones de estos  se basan en métodos que han dado buenos resultados al autor o la autora personalmente, y reflejan su configuración psíquica y sus procesos personales. Si ocurre que un lector tiene una configuración similar, el método tal vez le resulte eficaz. Pero si es poca la similitud, los consejos pueden confundir más que ayudar al lector.
Cualquier método eficaz para crecer debe, por lo tanto, tomar en cuenta el hecho de que hay tipos diferentes de personas, tipos diferentes de personalidad. A lo largo de la historia se han propuesto muchos sistemas psicológicos y espirituales para tratar o explorar este conocimiento esencial.
El conocimiento de los tipos de personalidad es necesario en muchos ámbitos:
en educación, en las ciencias, en los negocios, la literatura, la terapia y, por encima de todo, en la espiritualidad y el trabajo de transformación personal.

¿Y si existiera un sistema que nos capacitara para adquirir más conocimiento sobre nosotros mismos y los demás?
 ¿Y si este sistema también nos dirigiera hacia las profundidades de nuestra alma?
Este sistema existe, y se llama Eneagrama.

¿Cuál es el propósito del Eneagrama?

EL ENEAGRAMA es una figura geométrica que representa los nueve tipos de personalidad fundamentales de la naturaleza humana y sus complejas interrelaciones. Es una sabiduría milenaria  que permite el autoconocimiento  a partir del conocimiento profundo de la Personalidad y la Esencia. Es un mapa de evolución de nuestra conciencia  que integra nuestro ser con la realidad y permite sanar y optimizar la relaciones interpersonales y vínculos (personales, familiares, laborales, etc)
Es una descripción de la psicología moderna basada en la sabiduría espiritual de muchas tradiciones antiguas diferentes. La palabra enea-grama, del griego ennea, «nueve», y grammos, «figura», significa «figura de nueve puntas».
El objetivo del Eneagrama apunta a que podamos conocernos lo más clara y nítidamente posible, para que, a través de nuestra aceptación y el reconocimiento de nuestras potencialidades y los aspectos que las opacan, podamos iniciar un camino de transformación y desarrollo individual. El Eneagrama nos permite conocer profundamente nuestro funcionamiento interno. Es un excelente método para que estemos más presentes y nos demos cuenta de qué está pasando dentro de nosotros y hacia donde nos están conduciendo nuestros automatismos.
El eneagrama moderno de los tipos de personalidad es una síntesis de muchas y diferentes tradiciones espirituales y religiosas. En gran parte es una condensación de la sabiduría universal, la filosofía perenne acumulada durante miles de años por cristianos, budistas, musulmanes (especialmente los sufíes) y judíos (en la Cábala). La esencia del eneagrama es el conocimiento universal de que todos los seres humanos somos presencias espirituales encarnadas en el mundo material y que misteriosamente compartimos la misma vida y el mismo espíritu del Creador.

¿A quién va dirigido?¿Responde a alguna religión?
Uno de los grandes valores del Eneagrama es que se mantiene al margen de todas las diferencias doctrinales. Ha servido a personas de prácticamente todos los principales credos religiosos para redescubrir su unidad fundamental como seres espirituales. El Eneagra mantiene, por lo tanto, un inmenso valor en el mundo actual, para enseñar a blancos y negros, hombres y mujeres, católicos y protestantes, árabes y judíos, heterosexuales y homosexuales, ricos y pobres, que si buscan más allá de las diferencias superficiales que los separan encontrarán un plano totalmente nuevo de humanidad común. 

Esencia y Personalidad

El Eneagrama es un símbolo que explica el orden natural de la Energía
Psíquica y nos permite lograr un Orden Armónico.
De acuerdo con este conocimiento, todos nosotros tenemos 9 Atributos, dones o aptitudes que constituyen nuestra Energía Psíquica. De esos 9 Atributos, uno de ellos, desde la concepción, lo tenemos de manera predominante y lo llamamos nuestra Esencia, la que nos acompaña toda la vida.
Es nuestro Talento, nuestro don fundamental que va a marcar nuestra vida y que traemos para cumplir nuestra misión en la vida.
El conjunto formado por la Esencia y los restantes ocho Atributos desarrollados en forma positiva o negativa, o no desarrollados, constituyen la Personalidad. Entonces la Personalidad es el estado del conjunto de todos los Atributos de la Energía Psíquica de una persona.


Características de cada Eneatipo

Tipo Uno 
El reformador 
El tipo idealista de sólidos principios. Las personas tipo Uno son éticas y concienzudas, poseen un fuerte sentido del bien y el mal. Sienten que tienen la obligación moral de hacer las cosas correctas, por ello se esfuerzan siempre por mejorarlas, pero temen cometer errores. Bien organizados, ordenados, prácticos, lógicos y meticulosos, tratan de mantener valores elevados, pero pueden resultar críticos y perfeccionistas. Normalmente tienen problemas de rabia e impaciencia reprimidas. Estas actitudes los hacen caer en la rigidez, no aceptando que los demás pueden pensar o hacer las cosas diferentes. En su mejor aspecto, el Uno sano es sabio, perceptivo, realista y noble y moral.

Tipo Dos 
El ayudador 
Es el que está preocupado y orientado a los demás para ayudarlos en lo que necesitan. Los Dos son comprensivos, receptivos, bondadosos; son amistosos, generosos, abnegados y empáticos, aspiran a dar mejor.  En su deseo de servir a los demás, el dos comienza a creer que su felicidad depende del bienestar de los demás, desatendiendo sus propias necesidades. También pueden ser sentimentales, aduladores y obsequiosos. Desean intimar con los demás y suelen hacer cosas por ellos para sentirse necesitados. No sabe pedir ayuda. En su mejor aspecto, el Dos sano es generoso, altruista y siente un amor incondicional por sí mismo y por los demás.

Tipo Tres
El triunfador
Tiene una gran capacidad de llegar a realizar lo que se propone, se mueve y promueve a sí mismo y a los demásEs  adaptable y orientado al éxito. Las personas tipo Tres son seguras de sí mismas, atractivas y encantadoras. Ambiciosas, competentes y enérgicas, también pueden ser muy conscientes de su posición y estar muy motivadas por el progreso personal. Suelen preocuparse por su imagen y por lo que los demás piensan de ellas.
Normalmente tienen problemas de adicción al trabajo y de competitividad. Buscan la aprobación de los demás a través de lo que hacen y de la imagen que proyectan. Hace sin preguntarse sin preguntarse el sentido y tiene temor al fracasao.  En su mejor aspecto, el Tres sano se acepta a sí mismo,  le importa su ser y no su hacer.

Tipo Cuatro 
El individualista 
El tipo romántico e introspectivo. Los tipos Cuatro son conscientes de sí mismos, sensibles, reservados y callados (introvertido) o pueden ser expresivos (extrovertidos).  Vibran la vida, creativos e intuitivos, necesitan plasmar afuera su mundo interior, que es muy rico. Necesita ser escuchado y valorado. En las relaciones busca intimidad e intensidad. Normalmente tienen problemas de autocomplacencia y autocompasión. En su mejor aspecto, los tipos Cuatro sanos son inspirados y muy creativos, capaces de renovarse y transformar sus experiencias.

Tipo Cinco 
El investigador 
El tipo cerebral, tiene gran capacidad de observación y análisis. Los Cinco son despabilados, perspicaces y curiosos. Son capaces de concentrarse y enfocar la atención en desarrollar ideas y habilidades complejas. Independientes e innovadores, es posible que se obsesionen con sus pensamientos y elaboraciones imaginarias. Se desligan de las cosas, estudian la realidad y si están confundidos se alejan de la realidad en su mente. Por lo general tienen problemas de aislamiento, excentricidad y nihilismo. En su mejor aspecto, el Cinco sano es pionero visionario, suele estar en la vanguardia y es capaz de ver el mundo de un modo totalmente nuevo.

Tipo Seis 
El leal
El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Las personas tipo Seis son dignas de confianza, trabajadoras y responsables, pero también pueden adoptar una actitud defensiva, ser evasivas y muy nerviosas; trabajan hasta estresarse al mismo tiempo que se quejan de ello. Suelen ser cautelosas e indecisas, aunque también reactivas, desafiantes y rebeldes. Normalmente tienen problemas de inseguridad y desconfianza. En su mejor aspecto, los Seis sanos son estables interiormente, seguros de sí mismos, independientes, y apoyan con valentía a los débiles e incapaces.

Tipo Siete 
El entusiasta 
El tipo productivo y ajetreado. Los Siete son versátiles, optimistas y espontáneos; juguetones, animosos y prácticos, también podrían abarcar demasiado, ser desorganizados e indisciplinados. Constantemente buscan experiencias nuevas y estimulantes, pero la actividad continuada los aturde y agota. Por lo general tienen problemas de superficialidad e impulsividad. En su mejor aspecto, los Siete sanos centran sus dotes en objetivos dignos, son alegres, muy capacitados y muy agradecidos.

Tipo Ocho 
El desafiador
El tipo poderoso y dominante. Las personas tipo Ocho son seguras de sí mismas, fuertes y capaces de imponerse. Protectoras, ingeniosas y decididas, también  resultan orgullosas y dominantes; piensan que deben estar al mando de su entorno y suelen volverse retadoras e intimidadoras. Normalmente tienen problemas para intimar con los demás.
En su mejor aspecto, los Ocho sanos se controlan, usan su fuerza para mejorar la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y a veces históricamente grandiosos.

Tipo Nueve
El pacificador 
El tipo acomodadizo, humilde. Los tipos Nueve son conformistas, confiados y estables. Son afables, bondadosos, se acomodan con facilidad y ofrecen su apoyo, pero también pueden estar demasiado dispuestos a transigir con los demás para mantener la paz. Desean que todo vaya sobre ruedas, sin conflictos, pero tienden a ser complacientes y a minimizar cualquier cosa inquietante. Normalmente tienen problemas de pasividad y tozudez.
En su mejor aspecto, los Nueve sanos son indómitos y abarcadores; son capaces de unir a las personas y solucionar los conflictos.

¿De qué manera concreta el Eneagrama nos lleva al autoconocimiento?

Este describe en forma sistémica cada Tipología en sus luces y sombras, nos ayuda a ver las fortalezas y debilidades. De este modo nos identificamos con nuestro Eneatipo en esencia y personalidad, para luego transitar toda la dinámica interna del Eneagrama, que nos permite ver cómo nos comportamos inconscientemente cuando estamos estresados,  y cuál es el camino consciente que debemos tomar para equilibrarnos, resignificando la armonía entre el cuerpo físico, mental emocional y espiritual, descubriendo una mirada más amplia y objetiva de la realidad concreta para vivir en armonía,  paz y alegría interior con el entorno. Esta dinámica interna a punta a la transformación personal y al retorno a la esencia. Es una clara invitación psicoespiritual.
El Eneagrama no pretende encasillarnos, todo lo contrario, a través de toda su dinámica interna, nos permite tomar los atributos psíquicos de los restantes 8 enatipos para completarnos
Conociendo nuestra tipología podemos detectar nudos que nos limitan en el crecimiento personal, crear encuentros con uno mismo, viendo las claves para trabajar los vínculos , las relaciones familiares, laborales, y con todo tipo de grupo humano.